Trabajadores recogen bolas de alquitrán en la Isla de Elmer, Louisiana, un año después de que un pozo de BPexplotó en aguas profunda (John Sepulvado / CNN).
'Más limpia que antes del derrame'
El petróleo denso y oscuro empezó a llegar a la costa de la Isla de Elmer exactamente después de un mes que la plataforma Deepwater Horizon se quemara en el Golfo de México. El petróleo se absorbió en los pantanos y ahogó la costa, derramándose por encima de las barreras protectoras de la playa.
La contaminación de la Isla de Elmer fue un golpe grave para la psique de la comunidad de Grand Isle. El viaje a la playa de 250 acres ha sido una tradición para quien observa aves, pescadores y familias que van con sus hijos a jugar en las olas. Las pérdidas económicas y ambientales golpearon a las familias.
Mientras tanto, algunos vecinos sospecharon algo raro cuando las rejas para entrar a la playa fueron cerradas al público, dice Karen Hopkins, residente de Grand Isle.
"Era una joya", dice Hopkins. "Pero desde el inicio no confiábamos en BP ¿Por qué? Porque cerraron las rejas desde que el petróleo llegó a las costas. No nos querían ahí, porque no querían que viéramos el desastre que se había hecho, ni cómo lo estaban limpiando".
El día después de mi encuentro con el guardia de seguridad, Jim McHale me muestra la playa. McHale trabaja para SEACOR Marine, un contratista reclutado por BP para limpiar la Isla de Elmer y otras áreas del Golfo.
Un biólogo marino de Vida Silvestre y Pesca de Louisiana nos lleva en una camioneta propiedad del estado y se nos une un monitor ambiental contratado por BP. McHale dice que los guardias de seguridad vigilan el equipo de limpieza.
BP también ha hecho una declaración acerca de los guardias de seguridad: "Tenemos guardias de seguridad en la Isla de Elmer asegurando el equipo que tenemos ahí. La isla permanece abierta al público".
Mientras manejamos por la cosa, el único equipo de limpieza que veo son unos rastrillos, palas y botes de basura.
La playa se ve limpia. No hay petróleo visible, rastros de alquitrán o animales muertos en la playa. Las únicas bolas de alquitrán que encontramos son color caramelo, del tamaño de una nuez que los trabajadores excavan.
"La Isla de Elmer está más limpia que antes del derrame", dice McHale. "Yo solía pescar cada que podía. Los mariscos son extraordinarios. He comido camarones, cangrejo, pescados. No tengo problemas".
Le pregunto si traería a su familia a jugar en el mar y cavar en la arena.
"Pero por supuesto", dice.
A la mañana siguiente, antes de que empiece la limpieza, le digo a un pescador local que me lleve en una lancha, y vemos bolas de alquitrán del tamaño de un plato en la costa.
FUENTE:http://mexico.cnn.com/mundo/2011/04/19/a-un-ano-del-derrame-en-el-golfo-que-hay-debajo-de-la-isla-de-elmer